
¿Hay que pedir permiso al juez para que un menor haga la Comunión?
Si no te pones de acuerdo con tu expareja sobre si vuestro hijo o hija debe hacer la Primera Comunión, es posible que te preguntes: y ahora qué? Tenemos que ir al juzgado a pedir permiso? Puedo decidirlo yo y una vez que la haga no va a pasar nada?
La respuesta corta es: no exactamente. No se trata de que el juez diga si el niño puede o no hacer la Comunión, sino de algo un poco distinto pero muy importante: el juez decide cuál de los dos progenitores tiene la facultad para tomar esa decisión concreta.
Vamos por partes.
¿Por qué no puedo decidir yo unilateralmente?
Porque cuando los dos progenitores tienen la patria potestad —y eso sigue siendo así en casi todos los casos, incluso estando divorciados o separados— las decisiones importantes sobre los hijos se toman entre los dos. Y hacer la Comunión no es solo una fiesta: es un acto religioso, y por tanto entra dentro de lo que se considera educación moral y religiosa, que forma parte de la patria potestad.
Así que, si uno quiere y el otro no, ninguno puede imponer su criterio por su cuenta. No vale un “yo lo apunto y ya está”.
¿Qué se hace entonces?
Pues lo que dice la ley: cuando hay un desacuerdo en una cuestión importante que afecta al menor, se puede acudir al juzgado para que sea un juez quien resuelva.
Pero ojo: el juez no decide si el niño hace o no la Comunión. Lo que hace es darle a uno de los progenitores el poder de decidir en ese caso concreto. Es decir, le “autoriza” para que tome la decisión por los dos.
¿Y en qué se fija el juez?
En lo de siempre: en el interés del menor. Lo que de verdad importa no es lo que piense uno u otro, sino qué es lo mejor para el niño o la niña.
El juez valorará, por ejemplo:
- Si el menor ha ido o no a catequesis.
- Si antes ambos progenitores estaban de acuerdo con una educación religiosa.
- Qué quiere el propio menor, si tiene edad suficiente para opinar.
- Si hay algún trasfondo de conflicto entre los adultos que está afectando a la decisión.
- Si hacer o no hacer la Comunión va a suponer un problema emocional, social o educativo para el niño.
No se trata de imponer creencias ni de hacer de esto una batalla. Se trata de proteger a quien más importa: el menor.
¿Y si mi ex lo hace sin mi consentimiento?
Si uno de los progenitores decide por su cuenta apuntar al niño a catequesis, organizar la Comunión o incluso celebrarla sin el acuerdo del otro ni autorización judicial, está actuando mal. Eso es saltarse las reglas de la patria potestad conjunta.
Y sí, eso puede tener consecuencias legales. Desde una llamada de atención judicial hasta una modificación en cómo se reparten las decisiones importantes. Dependerá del caso, claro, pero no es algo que quede en el aire.
¿Y si me dice que no solo por fastidiar?
También pasa. A veces hay quien dice “no” por sistema, o para seguir discutiendo. Si sientes que la negativa no tiene que ver con el bienestar del niño, sino con hacer daño o llevar la contraria, lo más recomendable es que acudas al juzgado. No hace falta llegar a mayores: es un procedimiento de jurisdicción voluntaria, algo pensado precisamente para estos desacuerdos puntuales entre progenitores.
Entonces, ¿qué hago si no nos ponemos de acuerdo?
- Habla con tu ex e intenta que quede claro por escrito lo que cada uno piensa.
- Si no hay acuerdo y la decisión es importante (como en este caso), acude al juzgado y plantea el conflicto.
- Espera a que el juez resuelva a quién le atribuye la facultad de decidir.
Y mientras tanto, evita tomar decisiones unilaterales. Siempre es mejor hacerlo bien que tener que arreglarlo después.
En resumen
No, el juez no da permiso para hacer la Comunión. Lo que hace es resolver un desacuerdo entre los progenitores y decidir a cuál de los dos le da la autoridad para decidir en ese caso concreto. Y lo hace pensando siempre en lo que es mejor para el niño o la niña, no en lo que quiera cada adulto.
Porque aunque los adultos estemos en desacuerdo, los niños merecen crecer sin convertirse en motivo de batallas y disputas interminables entre sus padres.