Seguro que en algún momento has escuchado hablar de las órdenes de alejamiento. Se trata de una medida cautelar que tiene como objetivo proteger a las personas que puedan estar en riesgo de sufrir una acción constitutiva de delito. Las vemos a menudo en casos de violencia de género, doméstica o situaciones de acoso y amenazas, pero su funcionamiento puede generar muchas dudas. Vamos a explicarlo de manera sencilla y clara.
¿Qué es una orden de alejamiento?
Básicamente, una orden de alejamiento es una medida judicial que prohíbe a una persona acercarse a otra o a su entorno cercano, manteniendo siempre una distancia mínima. No importa dónde se encuentren: puede aplicarse en el domicilio, el trabajo o cualquier lugar que el juez considere necesario.
Además, incluye la prohibición de comunicarse con la víctima y con las personas protegidas, ya sea por mensajes, llamadas, correos electrónicos o redes sociales. Si hablamos de casos donde hay hijos en común, también puede afectar al régimen de visitas, suspendiéndolo mientras dure la orden.
¿Cuándo se puede solicitar una orden de alejamiento?
No todos los delitos permiten pedir esta medida. Según el Código Penal, se aplica en casos relacionados con delitos graves como:
- Lesiones.
- Amenazas, acoso o violencia de género.
- Delitos contra la libertad sexual.
- Trata de personas, homicidios o torturas, entre otros.
Para solicitarla, primero hay que presentar una denuncia y aportar pruebas que justifiquen la necesidad de proteger a la víctima.
¿Cómo funciona en la práctica?
Un juez puede dictar una orden de alejamiento en dos momentos del proceso judicial:
- Durante el proceso, como medida cautelar si se detecta un riesgo para la víctima.
- Tras la sentencia condenatoria, como parte de la pena, con una duración que puede variar desde un mes hasta diez años, dependiendo del caso.
¿Qué pasa si alguien incumple una orden de alejamiento?
Depende mucho de la situación:
- Si el encuentro es accidental y la persona se aleja inmediatamente, es probable que la acción no sea sancionada si bien, la persona que tiene una prohibición de acercarse a otra por cualquier medio debe evitar siempre incumplir tal medida y por tanto debe procurar que el encuentro no se produzca jamás alejándose de los lugares que frecuenta la víctima y evitando ponerse en contacto con ella por cualquier medio.
- Si el acercamiento es intencionado, las consecuencias pueden ser graves. Por ejemplo, en casos de violencia de género, se pueden imponer penas de prisión de entre 6 y 12 meses.
Es importante tener en cuenta que incluso si la víctima consiente el acercamiento, la orden sigue vigente hasta que un juez la revoque.
¿Es posible cancelar una orden de alejamiento antes de tiempo?
Sí, aunque no es fácil. La víctima debe solicitarlo al juez y justificar que ya no existe riesgo, aportando pruebas que respalden su solicitud. Hasta que no se dicte una resolución judicial, la orden se mantiene, aunque ambas partes estén de acuerdo en lo contrario.
En definitiva, las órdenes de alejamiento son una herramienta fundamental para proteger a las personas en situaciones de riesgo. Son estrictas, sí, pero están pensadas para garantizar la seguridad de quienes las necesitan. Si tienes dudas o necesitas orientación sobre este tema, no dudes en buscar asesoramiento profesional. Tu seguridad y tu bienestar o el de los tuyos te lo agradecerán!